Santiago, 29 de Octubre de 2014.
Sergio López, académico del Departamento de Administración, analizó la importancia para el mundo laboral que trae esta ley respecto a horas laborales y condiciones de seguridad social.
Son 370 mil las asesoras del hogar que se verán beneficiadas, luego que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, promulgara la ley que rebaja de 72 a 45 las horas de trabajo semanales, incorpora más días de descanso y prohíbe el uso de delantal en lugares públicos.
Lo principal, es que los sueldos de las asesoras del hogar no podrán ser rebajados al reducirse sus horas laborales. Al respecto, la Mandataria comentó que "estas medidas no serán efectivas si no se avanza en la vida real. Estamos reconociendo que las trabajadoras de casa particulares tienen el mismo estatus que cualquier profesión".
Analizando este importante avance en leyes laborales, el académico Sergio López, del Departamento de Administración, comentó que "la promulgación de la ley de trabajadoras de casa particular, donde se modifica el régimen de descanso, jornada laboral y remuneración, ha establecido un piso mínimo de condiciones dignas de trabajo. Con esto se busca avanzar en terminar con la precariedad de este tipo de empleo, en otorgar condiciones laborales decentes y dignas, valorizando esta labor y equiparándola con los derechos de otros trabajadores".
Otro de los cambios importantes que presenta la ley de trabajadoras de casas particulares, es que el contrato de trabajo deberá especificar el trabajo que realiza y el domicilio en donde labora. Además, este deberá ser presentado en la Inspección del Trabajo a más tardar 15 días después de celebrarse.
Para el académico, la forma que esta nueva ley tenga real alcance es yendo "más allá de la formalidad de reconocer un derecho, y transitar hacia un cambio cultural que promueva un buen trato en las relaciones laborales, lo que sin duda entregará mejores resultados que los aspectos normados por esta legislación. De esta forma, puede que esta ley sea insuficiente, pero es necesaria para comenzar una transformación hacia una sociedad más justa, que respeta y valora el trabajo de cualquier índole".
Por Karen Punaro Majluf
Tomado del Newsletter N° 1 de la FAE